Catastro – Publicado viernes, 08 de septiembre de 2017
El problema de los linderos afecta tanto a las fincas rusticas como a las urbanas – en el primer caso por el fuero y en segundo por el huevo- y ha supuesto problemas desde tiempos inmemoriales, -recordar la tragedia de Puerto Hurraco en Badajoz, exactamente por un problema de linderos desde hacía varias décadas-
En la actualidad, continuaban las discrepancias entre los datos del Registro de la Propiedad y del Catastro en relación a una misma finca o solar, discrepancias que ha intentado corregir la nueva Ley Hipotecaria y del Catastro.
Efectivamente esta reforma se ha acometido para conocer la delimitación exacta de las fincas registrales, superando la actual situación de imprecisión en su descripción. Además la norma regula una serie de procedimientos hipotecarios, dotados de garantías judiciales suficientes para incorporar un plano georreferenciado de las fincas con motivo de la inscripción de cualquier escritura en el Registro de la Propiedad.
Así si los interesados manifiestan que la cartografía catastral no se adecua a la realidad física de las fincas o en su caso si el registrado aprecia entiende que la descripción de la finca en la escritura no se corresponde con la descripción registral, se puede aportar un plano distinto al catastral que permita rectificar la descripción registral o catastral y preceder a su deslinde.
Ello no obstante la Asociación Española de Geómetras Expertos (Aegex) entiende que esta reforma no es suficiente y que se corre el peligro de que el consumidor continúe perdido en la descoordinación existente y ello puede conllevar el que no desaparezca la incertidumbre que muchas veces acompaña cualquier transacción inmobiliaria en cuanto exista discrepancia en los linderos y su extensión.